"SOMOS GRANDES"
Silverio Pérez
Humorista

"Pueblo que cisne naciste mira y sonríe ante el mote con sonrisa de
Quijote o con su mirada triste; que a la luz del sol que viste de alba tu
campo y tu mar cuando quieras contemplar que es de cisne tu figura
mírate en el agua pura de la fuente de tu hogar"
Del Patito Feo de Luis Lloréns Torres

"SOMOS GRANDES" decía el titular que apareció en El Nuevo Día del domingo
pasado acompañado de una foto de Denise Quiñones como Miss Universo y otra
de Tito Trinidad conquistando el título de los pesos medianos. Creo que ese
titular es uno de los más importantes que periódico alguno haya publicado en
Puerto Rico en los últimos tiempos. Desde pequeños, a la gente de mi
generación, se nos enseñó que éramos un país pequeño con escasos recursos
naturales. O sea, que estábamos chavaos. Era una forma sofisticada de
educarnos en la inferioridad. Esa frase internalizada nos ha llevado
colectivamente a tomar decisiones políticas y económicas con resultados no
muy buenos que digamos.

Sin embargo, el Universo se ha encargado de dejarnos saber, en ocasiones y
de diferentes maneras, que eso no es así. Que no somos superiores a nadie, pero
tampoco inferiores. En lo que a la naturaleza se refiere hemos sido bendecidos con
un paisaje y una biodiversidad maravillosa. El Yunque, el Bosque Seco, los
Mogotes, las cuevas y los ríos subterráneos, las bahías bioluminiscentes y
las playas son cosas nos distinguen de muchos países del mundo.

Pero nuestro principal recurso es nuestra la gente.
Con esos tres millones de la banda acá y los otros tres de la banda allá,
según el último censo, no contaban
los que predicaban la escasez de nuestros recursos naturales.

En los últimos 5 meses el Universo se ha botado con sus señales
sobre la grandeza de nuestra gente. Arrancamos el año con una mujer como
gobernadora. Echamos el machismo por la borda y entramos al nuevo
milenio de la mano de una mujer. John Ruiz dejó boquiabiertos a los que
pensaban que los latinos sólo eran buenos en los pesos livianos y le dio a
Puerto Rico y al mundo latino el primer campeón de los pesos pesados.

El viequense Dieppa hizo lo propio en los minimoscas. En las
grandes ligas del béisbol profesional Carlos Delgado, Roberto Alomar, Iván Rodríguez,
Bernie Williams, Edgar Martínez e Igor González, entre otros,
siguen brillando como superestrellas. Olga Tañón se ganó recientemente un Grammy,
máximo galardón que se concede en la industria del disco. La escritora Mayra
Santos Febles ha sido galardonada en dos ocasiones, a nivel internacional,
por su excelencia literaria.
Benicio del Toro se ganó un Oscar por su actuación en la película "Traffic".
Ahora está en el sitial de honor en el que se encuentran otros boricuas ganadores
de Oscar como lo son Rita Moreno, José Ferrer, Raul Juliá y Juano Hernández.

Recientemente en el Vaticano se celebró la ceremonia de beatificación del
puertorriqueño Carlos Manuel Rodríguez, hecho que nos ha llenado de gran
satisfacción y que puso los ojos del mundo religioso sobre nuestra islita.

El productor boricua Angelo Medina logró que su espectáculo Storm fuera
seleccionado como una atracción del Hotel Mandalay en Las Vegas ganándole en
buena lid a otros productores de gran calibre, entre ellos a la gente de Disney.
Ricky Martin y Chayanne siguen al tope de su éxito y fama a nivel mundial.

La lista de artistas famosos que quieren aunque sea hacer un duíto con uno
de estos dos astros es como para vacunarse.

Y como si esto fuera poco en un mismo fin de semana, es más, con menos de 24
horas de diferencia, Denise Quiñones y Tito Trinidad se colocaron en la cima
del planeta, la primera como la más bella del Universo y el segundo como el
campeón de los pesos medianos.

El que a estas alturas siga creyendo en nuestra inferioridad está más
ciego que ciertos bacalaítos de verbena. Quizás por eso la gente se tiró a
la calle el viernes y volvió a celebrar el sábado. Era impresionante ver a
los jóvenes saliéndose por las ventanas de los carros gritando su alegría. A
la gente abrazándose en los pubs donde se transmitió el concurso y donde se
proyectó la pelea. Estábamos celebrando una vez más la muerte del mito de
nuestra inferioridad. La autoestima se nos salía en forma líquida por los ojos.

Ojalá y la euforia del triunfo no nos dé una falsa sensación de superioridad y dejemos
pasar por alto las bendiciones que los éxitos de estos boricuas significan.

Un Oscar, un Grammy, tres campeonatos mundiales, un beato y una reina universal
de la belleza en menos de cinco meses no es cáscara de coco para una islita de
cien millas de largo por treinta y cinco de ancho. Es como si el Universo no hubiese
dejado renglón de la vida en que no nos bendijera como para que no quepa duda.

A esto hay que añadirle que no conozco de ningún país del mundo en que
tanta gente, entre ellos muchos funcionarios electos por el pueblo, haya
estado dispuesta a hacer desobediencia civil en favor de una causa tan
justa como la de la Isla Nena y oponiéndose a la Marina de Guerra más
poderosa del planeta. La cultura de paz que ha demostrado este pueblo, por
medio de sus desobedientes civiles, nos vuelve a colocar a la altura de los tiempos.

Así que los Eleuterios de la vida tendrán que tomarse unas buenas
vacaciones antes de volver a la carga con el mensaje de nuestra supuesta
inferioridad ya que este pueblo sabe responder a las señales que le está
enviando el Universo y está próximo a mirarse en el agua pura de la fuente
de su hogar para reconocerse como cisne y no como un patito feo.